Doctor en Biodiversidad y Gestión Ambiental (2015). Actualmente soy personal laboral del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y la Vicepresidencia Adjunta de Actividades Científico Técnicas (VAACT), a través de la Plataforma Temática Interdisciplinar para la Síntesis de Datos de Ecosistemas y Biodiversidad.
Mis investigaciones principales se han centrado en ecología de ríos, cambio global y servicios de los ecosistemas además de apostar por la divulgación científica a través de la plataforma www.ecomandanga.org. A diferencia de la divulgación científica (unidireccional), la ciencia ciudadana permite una relación bidireccional entre científicos y ciudadanos en el que normalmente todos ganamos. Dada la potencialidad de la ciencia ciudadana para proyectos de ecología, recientemente he dado un paso más y me he incorporado a proyectos de monitoreo de calidad del aire (VIGILANTES DEL AIRE) y del agua (RIOSCIUDADANOS) a través de la participación de la ciudadanía, que permite extender el alcance y aumentar sustancialmente la relevancia de este tipo de acciones.
Papel actual y potencial de los participantes en proyectos de ciencia ciudadana en España
En general, en los proyectos en los que trabajas, ¿cualquier persona puede aportar? ¿Se requiere algún tipo de formación o entrenamiento? ¿O habilidades especiales?
Tanto en RIOSCIUDADANOS y especialmente en VIGILANTES DEL AIRE cualquiera puede convertirse en un científico ciudadano ya que los conocimientos necesarios son muy básicos y pueden ser adquiridos con la formación e información que damos desde los respectivos proyectos. Aunque es cierto que, en ocasiones, hay una selección por colectivos objetivo (ej. colegios e institutos), fomentar sinergias interesantes (ej. asociaciones ambientales) y criterios de inclusión (ej. colectivos desfavorecidos) lo habitual es que prácticamente personas de toda índole y condición puedan participar en estos proyectos.
¿Crees que hay personas fuera de la academia que puede llegar a la excelencia científica? ¿Conoces casos de personas que te hayan sorprendido positivamente?
Sin duda alguna. Cualquiera que tenga interés, sea metódico y siga e interiorice el procedimiento científico (que debe ser facilitado por organismos de investigación y las distintas entidades involucradas en los proyectos de ciencia ciudadana), puede llegar a tener un profundo conocimiento científico. De hecho, un denominador común que he observado en mi escaso recorrido por la Ciencia Ciudadana es la gran motivación de los participantes de este tipo de proyectos. Tanto en VIGILANTES DEL AIRE como en RIOSCIUDADANOS me he encontrado personas con un profundo interés y que han adquirido conocimientos sólidos relacionados con los proyectos mencionados en un breve espacio de tiempo.
¿Cuáles son los principales factores de motivación que ves en los participantes? ¿Conoces factores de desmotivación?
El sentirse partícipes de un proyecto científico que puede mejorar la calidad de vida y el estado de los ecosistemas despierta, en general, un gran interés social. Aunque no sea un tema prioritario en los medios de comunicación, hay un interés creciente por la delicada salud de nuestro planeta con una gran cantidad de ciudadanos dispuestos a participar en iniciativas de este tipo. En el caso de VIGILANTES DEL AIRE, el ver crecer y cuidar una planta de fresa durante 3 meses que sirva como un indicador de la polución de las ciudades ha resultado ser un gran atractivo para la ciudadanía que lo ha reflejado en los comentarios adjuntos a las muestras del proyecto. En el caso de RIOSCIUDADANOS, aunque la pandemia de coronavirus ha supuesto un retraso sustancial en el desarrollo de las actividades previstas, hemos encontrado una gran predisposición en la comunidad educativa y asociaciones ecologistas en adquirir las competencias y habilidades para muestrear la calidad del agua de los ríos de manera sencilla, eficaz y barata.
¿Cuáles son tus propias motivaciones para hacer o potenciar la ciencia ciudadana? ¿Hay también algo que te pueda desmotivar?
Desde los grupos de investigación muchas veces se observa con desánimo la poca importancia que la sociedad y los políticos dan a la investigación (al menos hasta la aparición de la pandemia). Esto en mi opinión se debe a que tradicionalmente la ciencia ha estado desconectada de la sociedad con un déficit estructural en divulgación científica, cuando es precisamente la sociedad en su conjunto la que financia el grueso de los proyectos científicos. En este sentido, una de las herramientas más eficaces para mejorar la cultura científica y la percepción social de la ciencia es la incorporación de los ciudadanos a todo el proceso científico a través de herramientas como la ciencia ciudadana. La ciencia ciudadana permite ir un paso más allá de la divulgación científica, pasando de una comunicación mayormente unidireccional (divulgador/científico hacia la sociedad) a una totalmente bidireccional en la que el feedback mutuo entre científicos y ciudadanía es constante. Esto genera una sinergia positiva que permite aumentar el alcance de las investigaciones científicas al mismo tiempo que se aumenta la transferencia de conocimiento a la sociedad en general.
Ciencia ciudadana como metodología transversal
¿Crees que tu experiencia en ciencia ciudadana se podría llevar a otras áreas de conocimiento?
En mi caso particular, la ciencia ciudadana se ha basado sobre todo en monitoreo de calidad del aire y agua pero sin duda hay elementos comunes como puede ser el establecimiento de redes, vías de comunicación de doble dirección ciencia-ciudadanía y explotación de resultados, que potencialmente pueden ser aplicables/extrapolables a una gran parte de las áreas de conocimiento.
¿Cómo crees que se relaciona la ciencia ciudadana con la “open science”? ¿Y con la “investigación e innovación responsable” (RRI por sus siglas en inglés)?
Para mi la ciencia ciudadana no se entiende sin la «ciencia abierta», si bien es verdad que el alcance de la «ciencia abierta» supera el de la ciencia ciudadana (hay otras iniciativas de open science más allá de la ciencia ciudadana). En mi caso no concebiría realizar ciencia ciudadana cuyos resultados no sean públicos, se compartan y discutan con los participantes del proyecto y la sociedad en su conjunto. Respecto a la RRI, creo que es un marco de trabajo muy interesante donde la ciencia ciudadana y la ciencia abierta constituyen dos de sus pilares básicos.
¿Cuáles son las principales promesas y oportunidades para la ciencia ciudadana?
Aumentar el alcance científico y social de la investigación en cualquier disciplina científica a un coste bajo pero con un impacto muy alto. En el campo de la ecología, la ciencia ciudadana puede contribuir enormemente a avanzar en los cambios sistémicos necesarios para la supervivencia de nuestra civilización a medio plazo. La participación de la sociedad en la ciencia y la ecología se antoja muy necesaria, para que cada vez sea más gente la que exija un cambio de rumbo en las políticas sociales y ambientales. Tanto en este como en tantos otros casos, lo que no se conoce no se puede defender, y en esto la ciencia ciudadana tiene mucho que decir.
¿Cuáles crees que son las principales barreras y dificultades para el desarrollo de la ciencia ciudadana en España?
Dado su desarrollo reciente, el escepticismo de parte de la comunidad científica y la falta de cultura científica de muchos de nuestros políticos, la ciencia ciudadana todavía es considerada como un sector secundario dentro de la investigación. Así, tanto el apoyo gubernamental como la financiación a iniciativas de ciencia ciudadana parecen todavía insuficientes para que la ciencia ciudadana desarrolle todo su potencial y sea un verdadero motor de cambio en lo que a conservación y mejora del medio ambiente se refiere.
¿Cómo cambiarías el sistema para que se fomentase mejor la ciencia ciudadana en España? ¿Qué echas en falta?
Potenciación de la FECYT (Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología) y desarrollo de una agencia propia de carácter nacional y regional de ciencia ciudadana u otras entidades equivalentes que aumenten el número y la cuantía de convocatorias propias de ciencia ciudadana. Dado el gran impacto que tiene la ciencia ciudadana en la sociedad, cualquier inversión en este sentido siempre suelen tener un buen ratio coste/efectividad. Además, la creación de bases de datos estatales de científicos ciudadanos (siempre encajándolo en el marco de las leyes de protección de datos vigentes) sería de gran ayuda para optimizar el desarrollo de estos proyectos. Así, en un mismo proyecto se podría contar con científicos ciudadanos con distinto grado de experiencia (desde experimentados a nuevos científicos ciudadanos), alcanzando un equilibrio que beneficiaría tanto a un mayor aprendizaje de la ciudadanía como al alcance y éxito de este tipo de proyectos.
Impactos de la ciencia ciudadana en España y en el mundo
¿Cómo crees que está afectando la ciencia ciudadana a la relación entre la ciencia y el conjunto de la sociedad?
La ciencia ciudadana ha sido un revulsivo en la relación ciencia-sociedad. En pocos años hemos pasado de una ciencia mayormente hermética y una sociedad ajena a la ciencia, a una apertura considerable de la investigación a la sociedad. En este sentido, la divulgación científica y la ciencia abierta dieron un primer paso mostrando la ciencia a la sociedad. En los últimos años la ciencia ciudadana ha dado un paso más allá, involucrando plenamente a la ciudadanía en el proceso científico y en la obtención de resultados científicos relevantes para la mejora de la sostenibilidad de nuestra sociedad en el actual marco de crisis de civilización que atravesamos.
¿Conoces alguna peculiaridad (para bien o para mal) en España sobre el desarrollo de la ciencia ciudadana? ¿Y en alguna de sus regiones/localidades?
Mi experiencia se limita a Aragón donde Zaragoza es un referente nacional ya que desde esta ciudad se coordinó el Libro Blanco de Ciencia Ciudadana además de crearse un Observatorio de Ciencia Ciudadana y otras numerosas iniciativas que la hacen situarse entre las ciudades más activas en lo que a ciencia ciudadana se refiere.
La financiación de la ciencia es un problema y también se debate sobre su alineación con los mercados. ¿Cuál crees que es la posición de la ciencia ciudadana en estos asuntos? ¿Reduce los costes del proceso científico (p.ej.: materiales/personales)? ¿Los incrementa (p.ej.: adaptaciones para trabajar en abierto)?
Mi experiencia personal es que supone una reducción de costes muy significativa, posibilitando la realización de proyectos que a través de una aproximación de ciencia convencional sería imposible de llevar a cabo, tanto por costes como por la logística necesaria. Con presupuestos muy limitados se hacen auténticas maravillas gracias a la predisposición y ganas de nuestros científicos ciudadanos. Aunque en ocasiones la tecnología sea más básica y algo menos precisa que la que se utiliza en los proyectos convencionales, los resultados resultan muy fiables dado el gran número de muestras que se obtienen y el aumento del alcance geográfico y temporal. Es verdad que se invierte mucho tiempo crear y mantener la red de científicos ciudadanos pero esta inversión de tiempo siempre se ve recompensada con creces de distintas formas. Respecto a trabajar en abierto, creo que necesitamos repensar el sistema de publicación científico que dominan las grandes editoriales, porque hace tiempo que dejó de servir a los intereses para los que se creó: que la ciencia se comparta y transfiera a nivel global a todos los niveles.
¿Qué relaciones ves entre ciencia ciudadana y educación?
La ciencia ciudadana es una forma de aumentar la cultura científica de todos los niveles de educación desde infantil y primaria hasta la universidad, siempre que los contenidos se adapten al nivel del público objetivo. Por ejemplo, en el proyecto Vigilantes del Aire se realizaron Unidades didácticas adaptadas a los distintos niveles educativos de colegios e institutos de cara a poder adaptar su aprendizaje sobre contaminación atmosférica y hacer partícipes del proyecto a estudiantes de todas las edades.
¿Conoces algún estudio que analice el impacto entre ciencia ciudadana y educación? Si es así, ¿lo podrías indicar?
Existen diversos estudios en la materia entre los que destacaría esta pequeña revisión general sobre la relación entre educación y ciencia ciudadana: https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1890/110277
Respecto al campo de la educación ambiental, a modo de resumen relevante encontramos este artículo publicado en Science sobre la convergencia entre Ciencia ciudadana y educación ambiental: https://science.sciencemag.org/content/sci/344/6184/583.full.pdf?casa_token=BxFzDIRBEY0AAAAA:kVAKOz-SMesgE-8us1X1NDhxWwC6QFI_80GiM41ijqS3rMVpV9xK_2Y-67vOrfvcX_9MYImDOsyzlcY
Visión futura de la ciencia ciudadana en España
¿Cuáles crees son las principales tendencias globales (sociales/tecnológicas/políticas) que más influirán a la ciencia ciudadana?
Nos encontramos en una época de profundos cambios. Tanto aquellos que estamos viviendo actualmente por la crisis del coronavirus, como las que nos quedan por vivir dada la emergencia climática y el cambio global que tenemos encima. Como sociedad, hemos dado por sentado muchas cosas, quizás demasiadas. Ahora, empezamos a vislumbrar que la era de la estabilidad (climática, económica y social) probablemente se haya acabado. Necesitamos soluciones rápidas pero efectivas ante problemas que muchos científicos llevaban anunciando años pero con poco alcance mediático y político. Sin embargo y pese a la inmensa labor de los investigadores (muchos de ellos precarios o que incluso investigan por amor al arte), no se puede pedir milagros a un sistema científico infrafinanciado que se está dejando el lomo para dar soluciones fiables en tiempo récord. Sin duda, la ciencia ciudadana tiene mucho que decir en esto, tanto en acelerar el proceso científico como en transmitir mensajes clave a la sociedad, que hasta ahora habían sido sistemáticamente ignorados.
¿Cuáles son tus proyectos de ciencia ciudadana favoritos (por creatividad, por impacto o por otras razones)?
En este sentido, dado que mi tesis doctoral fue sobre vegetación de ribera, tengo un defecto profesional hacia las plantas. Por lo tanto, no puedo ser imparcial y tengo una debilidad especial tanto por el proyecto Vigilantes del Aire (utilizar plantas de fresa como biosensores de contaminación del aire que son cuidadas por los científicos ciudadanos de distintas ciudades españolas y analizados posteriormente a través de técnicas magnéticas) como el de Adopta una planta (busca crear una red de monitorización de plantas y hábitats de interés comunitario en la Red Natura 2000 de Aragón).
¿Cómo ves la ciencia ciudadana en los próximos 10 años?
Si se hacen las cosas bien y se le da la importancia que merece, la veo como un pilar fundamental de la ciencia. Si fomentamos y permitimos que crezca veremos muchos más nexos de unión entre ciencia y sociedad en las próximas décadas, que van a ser muy necesarios, dados los numerosos y grandes retos a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Ciencia y sociedad deberán ir de la mano para superar las situaciones excepcionales que nos va a tocar vivir, y qué mejor forma que a través de una herramienta tan valiosa como la ciencia ciudadana.
¿Qué relaciones ves entre ciencia ciudadana y educación?
La ciencia ciudadana es una forma de aumentar la cultura científica de todos los niveles de educación desde infantil y primaria hasta la universidad, siempre que los contenidos se adapten al nivel del público objetivo. Por ejemplo, en el proyecto Vigilantes del Aire se realizaron Unidades didácticas adaptadas a los distintos niveles educativos de colegios e institutos de cara a poder adaptar su aprendizaje sobre contaminación atmosférica y hacer partícipes del proyecto a estudiantes de todas las edades.
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