Soy coordinadora de los Laboratorios CESAR de la Universidad de Zaragoza, situados en Etopia Centro de Arte y Tecnología. Son laboratorios urbanos, abiertos a la ciudadanía, y entre sus objetivos está la difusión y realización de proyectos de ciencia ciudadana.
Papel actual y potencial de los participantes en proyectos de ciencia ciudadana en España
En general, en los proyectos en los que trabajas, ¿cualquier persona puede aportar? ¿Se requiere algún tipo de formación o entrenamiento? ¿O habilidades especiales?
En general, todos los proyectos que diseñamos y programamos desde los laboratorios están pensados para que sean accesibles a cualquier persona, sin que sea necesaria una formación específica. Nuestro objetivo es que sean proyectos que aproximen a la ciudadanía a contenidos y experiencias relacionadas con la ciencia y la tecnología de un modo accesible, que sean una «puerta de entrada» para que, después, si lo desean, puedan seguir profundizando en esas materias. Queremos colaborar en que las personas con una inquietud científica, o de aprendizaje de cualquier tipo, dejen de entender la ciencia como algo inaccesible precisamente por una carencia de formación, mostrarles que son capaces de participar y de aprender poniendo a su disposición medios y proyectos para hacerlo.
¿Crees que hay personas fuera de la academia que puede llegar a la excelencia científica? ¿Conoces casos de personas que te hayan sorprendido positivamente?
Creo que hay personas con grandes conocimientos especializados que pueden aportar mucho al campo del conocimiento científico porque, además, en la mayoría de los casos, son personas cuyo conocimiento procede de la pasión y la dedicación desinteresada que aplican a lo que hacen. El caso de D. Javier Blasco Zumeta, maestro jubilado, y su Atlas de Identificación de las Aves de Aragón es un buen ejemplo de esto. La academia, por supuesto, es una pieza fundamental para el desarrollo de la investigación y la práctica científica pero, al mismo tiempo, por sus características organizativas y burocráticas supone en ocasiones también un impedimento para poder desarrollar dinámicas más funcionales, operativas e inclusivas. En este sentido, la colaboración de la academia en proyectos de ciencia ciudadana supone una excelente oportunidad para desarrollar ideas y conocimiento de modo participativo con los que obtener resultados con rigor científico.
¿Cuáles son los principales factores de motivación que ves en los participantes? ¿Conoces factores de desmotivación?
En cierto modo, veo un factor común de motivación y de desmotivación: la capacidad personal de hacer algo. Del mismo modo que la incapacidad que uno mismo se atribuye para hacer algo nos desmotiva, reconocernos capaces de hacerlo nos resulta tremendamente motivador. Y la ciencia ciudadana nos ofrece la posibilidad de participar activamente en un proyecto científico, algo que generalmente se entiende fuera del alcance del ciudadano de a pie. También son factores de motivación la participación en un proyecto colectivo y cooperativo, el sentimiento de pertenencia a un proyecto común, los resultados tangibles de la aportación individual, los procesos relacionados con el aprendizaje y el desarrollo de habilidades… pero con el riesgo de convertirse en factores desmotivantes si la respuesta no es la esperada por el participante. Es decir, el ciudadano debe compartir el proceso, debe ver que, efectivamente, su colaboración cuenta, que los resultados se obtienen, en parte, gracias a su aportación al proyecto. Se debe contar con él desde el principio hasta el final.
¿Cuáles son tus propias motivaciones para hacer o potenciar la ciencia ciudadana? ¿Hay también algo que te pueda desmotivar?
Principalmente me motivan las posibilidades que tiene de participación social, de inclusión y de formación, pero son proyectos que conllevan también mucha responsabilidad hacia los participantes desde el momento en el que solicitas su colaboración. Tienen que estar muy bien diseñados, coordinados y difundidos, y eso supone un esfuerzo extraordinario. Además, puedes encontrarte también con que la respuesta de la ciudadanía no es la esperada, y eso puede resultar desmotivador.
Ciencia ciudadana como metodología transversal
¿Crees que tu experiencia en ciencia ciudadana se podría llevar a otras áreas de conocimiento?
La ciencia ciudadana es aplicable prácticamente a cualquier área de conocimiento y puede utilizarse como herramienta transversal para desarrollar proyectos de muy diversa índole. Al fin y al cabo, se trata de proyectos sociales participativos, de crear y compartir conocimiento, de identificar un problema y resolverlo mediante la colaboración entre agentes investigadores y sociales.
¿Cómo crees que se relaciona la ciencia ciudadana con la “open science”? ¿Y con la “investigación e innovación responsable” (RRI por sus siglas en inglés)?
En mi opinión, desde el momento en el que la investigación científica se abre a la participación ciudadana podemos hablar de ciencia abierta. Pero es imprescindible que tanto el proceso como los resultados del proyecto científico se difundan de un modo accesible para la ciudadanía, no solo de acceso físico sino también cognitivo. Es decir, la difusión de la ciencia, en general pero con más motivo en el caso de la ciencia ciudadana, debe ser enfocada desde una metodología didáctica. En caso contrario, la barrera de la especialización (lingüística, de conocimientos de base, etc.) aparecerá de nuevo entre ciencia y ciudadanía.
¿Cuáles son las principales promesas y oportunidades para la ciencia ciudadana?
Por un lado, aunque la población en general, afortunadamente, cuenta con una formación de base mucho más solida que en décadas anteriores, sigue vigente, a pesar de los avances de los último años, la necesidad de despertar vocaciones científicas en la población en edad escolar. En mi opinión, la ciencia ciudadana es un modo accesible y fácilmente incorporable a los planes de estudio para que el alumnado se aproxime a la ciencia y al método científico. Además, enlaza también con la tendencia a la mayor implicación y participación social que parece estar presente en las generaciones más jóvenes.
¿Cuáles crees que son las principales barreras y dificultades para el desarrollo de la ciencia ciudadana en España?
Creo que la ciencia ciudadana todavía es desconocida para la mayor parte de la sociedad, y eso es un gran inconveniente para su desarrollo si consideramos que la participación de la ciudadanía es indispensable para llevar a cabo cualquier proyecto de ciencia ciudadana. Por eso es importante que se incorpore en actividades de aula, por ejemplo, o en actividades en colaboración con entidades sociales que puedan participar en su difusión. Pero igual de importante es que existan proyectos de ciencia ciudadana que difundir, por lo que es necesario un apoyo institucional para el desarrollo de nuevos proyectos. En los últimos años parece que ha habido un impulso en este sentido, pero también es necesario que, además del impulso económico, se consiga un impulso de prestigio entre el propio contexto científico.
¿Cómo cambiarías el sistema para que se fomentase mejor la ciencia ciudadana en España? ¿Qué echas en falta?
Por un lado, creo que sería interesante reforzar la idea de que, aunque lleve el calificativo de «ciudadana», es en cualquier caso ciencia y que, como tal, su metodología, sus objetivos… son científicos. Y, por otro, creo que la formación de la ciudadanía en lo que es la ciencia ciudadana (qué puede aportar) y en el papel que las personas pueden desarrollar en ella (qué pueden aportar como individuos a los proyectos de ciencia ciudadana), también es importante.
Impactos de la ciencia ciudadana en España y en el mundo
¿Cómo crees que está afectando la ciencia ciudadana a la relación entre la ciencia y el conjunto de la sociedad?
Realmente desconozco en que grado está realmente «afectando» a esa relación, pero sí que creo que es un buen medio para aproximar ciencia y ciudadanía, hacer más accesible el conocimiento científico a las personas y despertar su interés por los temas científicos, y que este incremento del interés a nivel global, como población, se refleje en mejoras políticas y educativas, por ejemplo.
¿Conoces alguna peculiaridad (para bien o para mal) en España sobre el desarrollo de la ciencia ciudadana? ¿Y en alguna de sus regiones/localidades?
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La financiación de la ciencia es un problema y también se debate sobre su alineación con los mercados. ¿Cuál crees que es la posición de la ciencia ciudadana en estos asuntos? ¿Reduce los costes del proceso científico (p.ej.: materiales/personales)? ¿Los incrementa (p.ej.: adaptaciones para trabajar en abierto)?
Cada proyecto de investigación debe definir qué metodología es mejor para los resultado que pretende conseguir y los medios que dispone para ello. Hay proyectos relacionados con la recogida masiva de datos o de muestras, por ejemplo, que no serían viables si no se orientaran desde el punto de vista de la ciencia ciudadana (por cuestiones económicas, de personal, de dedicación…). Por lo tanto, la ciencia ciudadana debe entenderse como una posibilidad más, y valorar su conveniencia para cada proyecto de investigación como pueda hacerse con cualquier otra metodología científica.
¿Qué relaciones ves entre ciencia ciudadana y educación?
Muchísimas. Creo que es una herramienta muy potente a nivel educativo. Es accesible, es participativa y es transversal, por todas las variables que combina. En los últimos años, cada vez están más presentes en las aulas metodologías cooperativas, como el Aprendizaje por Proyectos, y la ciencia ciudadana sigue esa línea. Me parecería muy interesante que el profesorado tuviera la posibilidad de formarse en ciencia ciudadana, como ya lo hace en otros temas, para que los centros educativos pudieran participar en proyectos de ese tipo, así como que se integrase en los planes educativos.
¿Conoces algún estudio que analice el impacto entre ciencia ciudadana y educación? Si es así, ¿lo podrías indicar?
No, no lo conozco.
Visión futura de la ciencia ciudadana en España
¿Cuáles crees son las principales tendencias globales (sociales/tecnológicas/políticas) que más influirán a la ciencia ciudadana?
Supongo que la ciencia ciudadana podrá desarrollarse más en tanto dé respuesta, o sirva como herramienta, para investigar o resolver cuestiones que interesen a la ciudadanía, como el comportamiento en redes sociales, los cambios en el medio ambiente, etc.
¿Cuáles son tus proyectos de ciencia ciudadana favoritos (por creatividad, por impacto o por otras razones)?
Me gustan especialmente aquellos proyectos en los que se involucra a personas completamente alejadas del campo científico, porque creo que esa es una de las virtudes de la ciencia ciudadana, la posibilidad que presenta de inclusión, y aquellos relacionados con el campo de las Humanidades porque creo que es importante reforzar que también existe un importante campo científico en esas áreas. Por ejemplo, existen diversos proyectos en los que la ciudadanía colabora transcribiendo material escrito (correspondencia personal de artistas, diarios de soldados escritos durante la guerra, documentos de la antigua Grecia conservados en museos, cuadernos de navegación… ), con el objetivo de poner a disposición de la comunidad científica un montón de material documental que sería imposible de gestionar por un pequeño grupo de investigadores. Me parecen proyectos preciosos, que enriquecen tanto a la ciencia como a la ciudadanía que colabora con ellos.
¿Cómo ves la ciencia ciudadana en los próximos 10 años?
Creo que en algún momento la ciencia ciudadana dará un salto y estará más presente. La digitalización, la posibilidad de trabajar en red, on-line, las redes sociales… son herramientas que favorecen la participación ciudadana, pero obviamente es necesario también un apoyo institucional y una integración de la ciencia ciudadana en nuestra sociedad.
¿Qué relaciones ves entre ciencia ciudadana y educación?
Muchísimas. Creo que es una herramienta muy potente a nivel educativo. Es accesible, es participativa y es transversal, por todas las variables que combina. En los últimos años, cada vez están más presentes en las aulas metodologías cooperativas, como el Aprendizaje por Proyectos, y la ciencia ciudadana sigue esa línea. Me parecería muy interesante que el profesorado tuviera la posibilidad de formarse en ciencia ciudadana, como ya lo hace en otros temas, para que los centros educativos pudieran participar en proyectos de ese tipo, así como que se integrase en los planes educativos.
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